Empezamos un nuevo año y aparecen por doquier artículos donde se aventuran las posibles tendencias que serán relevantes en el área de Recursos Humanos y que en cierta manera nos indicarán cómo evolucionará ella función en las empresas.
Artículos donde podemos ver el impacto que previsiblemente tendrá la digitalización, los algoritmos, la inteligencia artificial…
Sin embargo, resulta muy llamativo que pocos hagan referencia a algo muy relevante y que forma parte de la esencia de la función de Recursos Humanos: las personas.
Raro es el año en el que no aparece algún artículo donde se pone en evidencia que el área de Recursos Humanos tiene los días contados y más si, además, ahora añadimos la llegada de la transformación digital.
Todo parece apuntar que estamos asistiendo prácticamente a la transformación de la función de Recursos Humanos en un mero departamento administrativo, sin aportación de valor.
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Recursos Humanos o la necesidad de volver a su esencia
Quizá lo primero sería darnos cuenta que si la función de Recursos Humanos está donde está es “gracias” (modo ironía ON), a los que nos dedicamos a la gestión de personas.
Lo cierto es que no somos el área más querida de la empresa ni mucho menos. Durante unos cuantos años, lo peor que le podía pasar a un empleado era recibir una llamada del departamento de Recursos Humanos, aunque solo fuese para pedirle que actualizase sus datos fiscales.
Parece como si se nos hubiese olvidado que Recursos Humanos es un área cuyo principal objetivo es la de dar servicio tanto a los clientes internos, los empleados y colaboradores, como a la propia organización a nivel estratégico y no un departamento más preocupado en demostrar que tiene poder.
Y esta percepción tan poco positiva se debe, no solo a la situación tan complicada a la que se han visto abocadas muchas empresas durante los años de durísima crisis económica sino, sobre todo, a cómo nos hemos relacionado con las personas y cómo las hemos hecho sentir.
Es por ello que antes de embarcarnos en complejos proyectos de Employer Branding, de reclutamiento en redes sociales o cualquier otro que tenga que ver con las personas, es más que recomendable volver a nuestra esencia, volver a los básicos, a aquellas ideas esenciales de las que nunca deberíamos habernos apartado.
Las 3 ideas básicas que necesitamos recuperar en Recursos Humanos
¿Y para qué necesitamos recuperar esas ideas básicas en Recursos Humanos? fundamentalmente para que vuelva a ser visto como un departamento estratégico y no una simple área administrativa.
Pero sobre todo para que Recursos Humanos pueda liderar los cambios, que serán muchos, en los próximos años como consecuencia de la llegada de la tecnología.
Los profesionales de Recursos Humanos debemos convertirnos en el puente necesario entre personas y tecnología en las organizaciones, dejando a un lado el rol de meros ejecutores que poco o nada tienen que ver con lo más valioso de las empresas: las personas.
Employee Centric: la necesidad de generar una cultura basada en las personas
Si hace un tiempo las áreas de Marketing y Comercial de las empresas se fijaron en la importancia de colocar en el centro al cliente, algo similar debe empezar a suceder con los empleados y colaboradores.
Y ello por una simple razón: no podemos olvidarnos que son los empleados y/o colaboradores los que diferencian una empresa de la otra, los que consiguen que nos compren, o que no quieran saber nada de nosotros.
Las personas, con independencia de si somos empleados o clientes, buscamos los mismos objetivos: sentirnos especiales, que importamos o que nos tratan de una manera diferente.
En el fondo somos seres emocionales y cómo nos hagan sentir, tanto en un proceso de compra, como en un proceso de selección como candidatos o incluso cómo nos despiden, influye en la percepción que nos forjamos de la empresa.
En definitiva, son las personas las que marcan la diferencia entre una empresa y no sus productos o servicios.
Influir en el desarrollo de los empleados
Una de las principales ideas que las empresas necesitan empezar a trabajar de forma seria es el hecho de que sus empleados o trabajadores sean mejores profesionales gracias a su paso por la empresa.
Durante mucho tiempo se ha temido que los empleados dejasen la organización para llevarse todo su conocimiento. consigo.
Hoy esto es ya una realidad casi inevitable a la que las organizaciones necesitan adaptarse y ser capaces de que, el tiempo que los empleados estén con ellos, den lo mejor de sí mismos.
Y no solo eso: sino que además cuando salgan de la organización, su paso por esta haya merecido la pena para las dos partes.
Hasta hace muy poco tiempo muchos profesionales no eran conscientes de la importancia de que el tiempo que pasaban en una empresa tenía, sí o sí, que revertir en su propio desarrollo personal o profesional.
Eso implica que, no solo mejoren su desarrollo profesional y/o personal sino sobre todo su empleabilidad; un concepto que hoy en día resulta clave para que los profesionales puedan moverse en un mercado de trabajo complejo y convulso como consecuencia de todos los cambios sufridos en los últimos años.
Cuestionar todo lo realizado hasta ahora
Resulta sorprendente encontrarse con empresas cuya idea de lo que debería ser el departamento de Recursos Humanos coincide más con ideas del siglo pasado que con un concepto actual.
Ideas donde las personas son meras piezas de recambio, donde solo se busca que hagan determinadas funciones sin que haya espacio a la creatividad o la innovación o donde la cultura del miedo campa a sus anchas.
Se tiende a pensar de forma engañosa que los empleados no se marcharán, que seguirán asumiendo formas de trabajar arcaicas y retrogradas sin cuestionarse nada más. O simplemente que no mirarán más allá de las propias fronteras de su empresa en busca de nuevas oportunidades.
Lo cierto es que la escasez de talento ya es uno de los principales problemas en la mayor parte de las empresas, no solo en España sino a nivel mundial.
Si a esta escasez le sumamos la excesiva rotación, tenemos la combinación perfecta para que las organizaciones queden descapitalizadas de lo más importante y lo que garantiza su supervivencia: las personas y su talento.
La realidad es que el cambio ha venido para quedarse y no se trata de una moda pasajera.
Seguir pensando que la mayor parte de áreas de una empresa está cambiando pero que se pueden seguir usando estrategias caducas y obsoletas para gestionar personas solo demuestra que muchos profesionales de Recursos Humanos ni siquiera se han preocupado en conocer qué está pasando en la función.
¿Será capaz Recursos Humanos de renovarse o quedará como un mero departamento administrativo relegado al más oscuro de los rincones de las empresas?